Confieso que había recibido antes varias invitaciones por email del señor Gonzalo Fernández a varios encuentros de cubanos de Raleigh y los alrededores y por una u otra cosa no había asistido. Me decidí a ir el sábado pasado a una de estas reuniones en un restaurante en Durham, Carolina del Norte, el Old Havana Sandwish Shop y me alegro de haber asistido. La comida estuvo deliciosa, y el ambiente muy cubano.
Para mi que hace mas de 10 años no voy a cuba y vivo rodeado de mi familia hondureña, todo lo cubano es muy preciado. Me sentí muy a gusto entre la algarabía cubana, y disfrute mucho las canciones de Teresa Fernández, que canto varios boleros y la Guantanamera.
Por un rato salí de la monotonía del día a día y pude disfrutar un pedazo de Cuba, de esa isla que tanto anhelamos los cubanos y de la cual llevamos un pedazo adentro. Esa tarde, por un rato, aun lejos, me sentí muy cerca de lo que es Cuba. Sin embargo por esas contradicciones que tiene la mente humana, la extrañe mucho mas. Recordé a Marti y su poema Adbada:
El amor, madre, a la patria
No es el amor ridículo a la tierra,
Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;
Es el odio invencible a quien la oprime,
Es el rencor eterno a quien la ataca;
Y tal amor despierta en nuestro pecho
El mundo de recuerdos que nos llama
Aqui les dejo unos videos de esa tarde.