martes, 29 de octubre de 2013



Manolito y su tirijala

Siempre he escuchado decir que en Cuba cualquiera es músico, y aunque yo estoy de acuerdo, este caso parece corroborarlo. Se trata de Manuel Oliva Rodríguez, antiguo chofer del secretario general del partido en la provincia Granma. Resulta que por el 2009 el hombre decidió cambiar el rumbo de su vida y se dedicarse a la música. Con mucho trabajo logro conformar un grupo que en principio era muy inestable. Así es que tiene sus comienzos en el municipio Jiguaní, Granma el grupo Manolito y su tirijala.
Inicialmente se presentaron en su zona en la provincia de Granma, posteriormente por todo el oriente Cubano, llegaron a la televisión nacional y en este ano 2013 comenzaron su primera gira internacional por México, Costa Rica y Colombia.
Decirlo, se dice fácil, pero quien es cubano sabe que en la isla no es fácil, sobre todo para un chofer, armar una agrupación musical en las provincias orientales, que para mayor complicación no toca regueton ni música cubana, sino mas bien una mezcla de cumbias, merengue y música caribeña y triunfar como lo ha hecho Manolito y su Tirijala.
A que han debido su éxito? Pues como todo, yo creo que debe ser a unas cuantas cosas y a un poco de suerte. Yo, que para nada los conozco, me atrevería a opinar (los cubanos siempre tenemos una opinión de todo) que una de las cosas que mas a gustado en Cuba de esta agrupación es sus letras jocosas, llenas de doble sentido. Que si el pollito afeitao, que si no afeitas tu ...”pollo”… en fin, al cubano le encanta la picardía, al estilo de Faustino Oramas, El Guayabero. Lo otro es que estos guajiros no pretenden ser virtuosos de su instrumento, ni tocan con grandes pretensiones, se mantienen muy en lo popular, y en hacer divertirse al pueblo y bailar. Mucho movimiento, que el esqueleto necesita menearse, zarandearse, vibrar a un compás armonioso que sacuda el stress y porque no? Las malas vibras, dicen los mexicanos.