jueves, 30 de junio de 2011



Video de la Simone

Desde muy joven, casi desde niño, siempre me fascino la música de la brasileña Simone, me encantaba su vos tan sensual, su seguridad para cantar y su pelo. Recuerdo que incluso tuve grabado un concierto suyo en un casete de video Betamax, lo grave de un recital que dieron en la TV, encima de una película que ya seguro había visto varias veces. No puedo precisar de donde nació en mi este raro gusto por una música que me era ajena, pues siempre preferí la música rock y nunca me interese particularmente por la música brasileña, ni latinoamericana en general.
Con los años mis gustos musicales han variado un poco. La lejanía de la patria, me hace añorar todo lo cubano, pasando claro esta por nuestra música. Sin embargo hasta hoy en día sigo disfrutando mucho de esta música y por eso quiero compartir este video de youtube Simone con ustedes.

viernes, 24 de junio de 2011



San Fan Kong y la religion china en Cuba

San Fan Kong, el chango chino
La religión del pueblo chino es una religión politeísta con elementos de chamanismo y profundamente influenciada por el budismo, el confucianismo y el taoísmo.
En las encuestas del gobierno chino la mayoría confiesa ser budistas ó taoístas, pero lo cierto es que las creencias de los chinos son muy sincréticas, es decir son una gran mezcla de distintas religiones y costumbres, que también se adaptan a la cultura del pueblo donde viven. Los chinos creen en multitud de Dioses, lo que se conoce como politeísmo, además de que veneran a sus ancestros y a dioses naturales e incluso a astros como la luna y el sol, extrayendo del budismo, el taoísmo y el confucionismo gran parte de su doctrina espiritual. En muchos casos, santos taoístas, Budas y dioses chinos se entremezclan con la Brujería y la magia realizada por parte de hombres y mujeres especializados.
En Cuba Kuang Kong, que fue un general chino, héroe de la Guerra de las Tres Coronas durante la dinastía Han es venerado como un santo conocido en Cuba como San Fan Kong. Su imagen tradicionalmente viste de sedas rojas, porta un gran sable y es poseedor del fuego eterno; sus devotos buscan en la figura de San Fan Kong, la luz de un fuego que no arde y nunca se consume. Todos estos símbolos y atributos fueron asociados a Changó, el famoso Alafín de Oyó (Señor del Palacio) el rey de reyes de la religión afrocubana, quien también se sincretisa con la religión católica donde se le asocia con Santa Bárbara.
En el barrio chino de la Habana, único en toda Cuba, aun hoy se pueden encontrar imágenes de San Fan Kong, quien según cuenta la leyenda apareció por primera ves en la isla como un espíritu que poseyó a un colono chino radicado en Cuba, llamado Chun Lí. Se le reveló como un príncipe viajero dador de buena fortuna a los buenos hijos que aun en tierras lejanas recuerden el hogar abandonado y lo reverencian. Desde entonces muchos chinos cubanos lo adoran como un santo y le tienen un lugar de honor al lado de buda y sus ancestros familiares. San Fan Kong viene siendo como la versión china de Chango o de la Santabarbara. Así son las cosas en Cuba, todo se mezcla, se reutiliza, aquí dirían que se recicla. En Cuba las religiones también se adaptan, se aplatanan, se criollizan y se reinterpretan. Por eso usted puede ver que una misma deidad, se nombre para los chinos San Fan Kong, los blancos la adoren como a Santabarbara y el resto lo imaginan como Chango. Si usted no es cubano, es comprensible que no lo entienda, pero así es y así funciona, la religión en Cuba.

jueves, 23 de junio de 2011



El misterio de la empatia

La empatía consiste en ser capaz de ponerse en la situación de los demás, de sentir lo que el otro siente. Hoy escribo sobre esto porque desconozco por completo como funciona este sentimiento en mis tres hijastras. Sucede que cuando ellas ven un racoon o un oposum,(mapache y zarigüeya) aplastados en la carretera, se quejan y casi lloran, cuando ven una película emotiva donde alguien sufre, sienten el sufrimiento del personaje como suyo y en ocasiones llegan a llorar. Hasta ahí todo me parece mas o menos normal, sin embargo lo extraño lo encuentro en lo concerniente a la familia, tiempo atrás murió el abuelo de ellas, y a ellas no pareció importarles en lo mas mínimo, no es tan solo que no lloraran, sino que no expresaron absolutamente ningún sentimiento, ni tan siquiera por el gran dolor que mostraba la madre de ellas.
Hoy en día la madre de mi esposa, la abuela de ellas se encuentra muy grave, ella pasa todo el día muy preocupada y muy triste, en ocasiones se le ve llorando por los rincones y a mi me duele en el alma verla de esta manera. Sin embargo sus hijas no sienten absolutamente nada, miran programas cómicos en la TV todo el tiempo y pasan riéndose y muy felices, escuchan música, bailan, ven el futbol y se lamentan grandemente cuando pierde la selección de Honduras y yo no entiendo nada. Me siento entre ellas con cara seria y en vano trato de entender lo que sucede, a ellas no parece afectarles en lo mas mínimo ni el llanto de la madre, ni la gravedad de la abuela, aun la mayor que se crió durante años con los abuelos y que dice tener a su familia como lo mas importante, no muestra ni cara de preocupación aun ante mi reclamo cuando le pregunto si sabe que su madre esta llorando desconsolada porque cree que su abuela esta al borde de la muerte.
Como aficionado a la psicología intento comprender que sucede en la mente y en los sentimientos de mis hijas, pero hasta ahora para mi es todo un misterio. Como es posible que quien llora por un animal aplastado en la carretera o la desgracia de un personaje ficticio de una película, sea totalmente insensible ante el dolor de su propia familia? En serio quisiera que alguien me explique.

sábado, 11 de junio de 2011



El Dalai Lama y las religiones

El Dalai Lama dijo:
Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.
Efectivamente, la mayoría de las grandes religiones del mundo contribuyen a la educación de los hombres, a la formación de códigos morales y éticos que contribuyen a la vida en sociedad y a que las personas nos ayudemos los unos a los otros.
Creo que ese es un muy importante aporte que hacen las religiones al mundo. Sin embargo también, dependiendo de la forma en que algunos interpretan las religiones otros se vuelven fanáticos religiosos que no dudan en matar a sus semejantes supuestamente en nombre de Dios. Claro que ese no es el caso del Dalai Lama, que nunca he escuchado que haya incitado a la violencia, aun cuando los comunistas chinos invadieron su país, prefirió irse al exilio en la India y es que aunque el Dalai Lama era el jefe de estado del Tibet, antes que eso, también es un monje budista.
Creo que es una costumbre bastante extendida en los seres humanos el criticar lo que no conocemos y encontramos diferente. Esa es una de las razones fundamentales por las cuales en ocasiones devotos de una religión critican la otra, por desconocimiento, por fijar su atención muchas veces en las acciones de determinadas personas que profesan tal religión. Ese es otro error común, las generalizaciones, si un par de terroristas son musulmanes, algunos concluyen que todos los musulmanes son terroristas. Quienes así actúan creen no necesitar conocer nada mas sobre esa religión, ni lo que predica, ni ningún otro detalle. Si de casualidad usted es de los que así piensa, deténgase por un momento a pensar todas los asesinatos que también se han cometido en el nombre del cristianismo, conoce la historia de la inquisición?

domingo, 5 de junio de 2011



El psicologo en mi

Los psicólogos al estudiar las reacciones humanas ante un trauma emocional han creado sus teorías y generalizando han creado el concepto de lo que ellos llaman “duelo” y le han definido distintas etapas características.
Yo no soy psicólogo, pero he leído sobre estas cosas y quiero dar mi punto de vista y mi interpretación sobre esto y espero que quizás leer estas palabras ayude a alguien o al menos le enseñe algo nuevo.
Según los psicólogos el duelo es la reacción normal después de un evento traumático, como puede ser la muerte de un ser querido o cualquier otro cambio brusco en nuestras vidas. Esto supone un proceso más o menos largo y doloroso de adaptación a la nueva situación. La intensidad y duración del duelo depende de muchos factores y varía mucho entre una persona y otra.
Duelo resuelto. Podemos decir que hemos completado el duelo cuando somos capaces de recordar lo sucedido sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir con eso, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en el presente.
No existe un tiempo fijo para vivir el duelo. Cada cual necesitará su tiempo. Y sólo nosotros podemos marcar el tiempo que necesita nuestro ser para poder considerarse recuperado. Todo ello a pesar, de que muchas veces nuestros familiares y amigos, nos apremian, quisieran vernos en la normalidad ¡ya!, tal vez porque así ellos tampoco sufrirán tanto... Pero sólo cada uno de nosotros sabe lo que necesita.

El duelo pasa por varias etapas:

1) Negación y aislamiento: la negación nos permite amortiguar el dolor momentáneamente ante una noticia inesperada e impresionante; permite recobrarse. Es una defensa provisional y pronto será sustituida por una aceptación parcial. En esta etapa no podemos creer lo que ha pasado y nos repetimos que no puede ser cierto y nos aislamos de los demás.

2) Ira: la negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los por qué. Es una fase difícil de afrontar para los padres y todos los que los rodean; esto se debe a que la ira se desplaza en todas direcciones, aún injustamente. Suelen quejarse por todo; todo les viene mal y es criticable. Luego pueden responder con dolor y lágrimas, culpa o vergüenza. La familia y quienes los rodean no deben tomar esta ira como algo personal para no reaccionar en consecuencia con más ira.

3) Pacto o negociación: ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, mas el enojo con la gente y con Dios, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para intentar superar la traumática vivencia. Nos creamos pactos a veces imaginarios, del tipo “de aquí a un ano esto va a pasar” o “voy a hacer esto y lo otro y en tres meses ya habré olvidado todo” Esto me parece que busca darnos una seguridad, una esperanza de que si hacemos determinadas cosas, en el futuro las cosas mejoraran.

4) Depresión: En esta fase la persona se debilita, adelgaza, aparecen otros síntomas y se verá invadida por una profunda tristeza. Es un estado, en general, temporario y preparatorio para la aceptación de la realidad en el que es contraproducente intentar animar al doliente y sugerirle mirar las cosas por el lado positivo: esto es, a menudo, una expresión de las propias necesidades, que son ajenas al doliente. Esto significaría que no debería pensar en su duelo y sería absurdo decirle que no esté triste. Si se le permite expresar su dolor, le será más fácil la aceptación final y estará agradecido de que se lo acepte sin decirle constantemente que no esté triste. Es una etapa en la que se necesita mucha comunicación verbal, se tiene mucho para compartir. Tal vez se transmite más acariciando la mano o simplemente permaneciendo en silencio a su lado. Son momentos en los que la excesiva intervención de los que lo rodean para animarlo, le dificultarán su proceso de duelo. Una de las cosas que causan mayor turbación en los padres es la discrepancia entre sus deseos y disposición y lo que esperan de ellos quienes los rodean.

5) Aceptación: Cuando ya hemos pasado por las etapas anteriores en las pudimos expresar nuestros sentimientos, la envidia por los que no sufren este dolor, la ira, la bronca y la depresión se contemplará el próximo devenir con más tranquilidad. La aceptación tampoco es una etapa feliz, en un principio está casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor... la vida se va imponiendo.
Esperanza: es la que sostiene y da fortaleza al pensar que se puede estar mejor y se puede promover el deseo de que todo este dolor tenga algún sentido; permite poder sentir que la vida aún espera algo importante y trascendente de cada uno. Buscar y encontrar una misión que cumplir es un gran estímulo que alimenta la esperanza.

Todo este proceso ocurre con mas o menos intensidad en dependencia de cuan grande haya sido el trauma y depende también mucho de la persona, también las etapas no están tan bien definidas y sentimos una mezcla de todo un poco, al final que no actuamos por un guión y somos diferentes y contradictorios.
El punto mas importante creo que es darnos cuenta cuando estamos atravesando por algo así, que es algo normal, que les pasa a todos y que no durara para siempre, que un buen día lo superáremos y aprenderemos a vivir con lo que sea que nos haya pasado.
Suerte